Aunque la fama como obras de arte que hoy tienen los beatos se ha fundado en los códices escritos en visigótica (Beatos de El Escorial, Seo de Urgel, San Millán de la Cogolla, etc.), también se ha conservado una quincena larga de manuscritos en letra carolina (la de nuestros periódicos) o en gótica, cuya calidad artística, tanto en la caligrafía como en la ejecución de las miniaturas, no desmerece con relación a las del ejemplar visigótico que sirvió de modelo.